martes, 24 de diciembre de 2013

LA NAVIDAD ES UN DÍA ESPECIAL

EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA NAVIDAD



Ya casi estamos en ese día tan especial lleno de color, luz, familia y alegría. 25 de Diciembre, Navidad. 
Regalos, dulces, fiesta, Santa Claus, cohetes, comida... son algunas de las cosas que rápidamente llenan nuestra mente al pensar en esta época tan esperada. 
Pero.. ¿De qué es lo que realmente se trata la navidad?¿Cuál es la razón por la cual tu familia y tu se juntan a disfrutar estos momentos? 

Nos olvidamos de aquel día, que posiblemente no fue un 25 de diciembre, pero aquel día que realmente deberíamos festejar. El acontecimiento mas impresionante, mas fantástico, increíble... eso es lo que necesitamos recordar. 
Dios mismo, el Todopoderoso, el Majestuoso, el Rey de reyes, se humillo asi mismo y tomando forma de hombre, nació atravez de una virgen en el pueblo de Belén. Dejando su trono rodeado de luz, pasó a un humilde y oloroso establo... a un pobre pesebre. Dejando su coro de ángeles celestiales, vino a recibir la ofrenda de tres reyes, los cuales se postraron delante de El, reconociendo su pequeñez ante la majestad de aquel niño. 
Ese niño, ¡Jesús, el Salvador! El enviado para rescatarnos... 
Si, para salvarnos a ti y a mi. 

Jesús nació con un propósito, el de darnos libertad. El de que sus manos y sus pies fueran atravesados a pesar de ser puro y sin mancha, en un sacrificio que no tiene comparación.

Ese niño pequeño, crecería para morir en una cruz. Por ti, por mi... 

El murió por cada uno de nuestros pecados, por amor. Derramando la última gota de su sangre... 

Pero hay mas que eso... la muerte no lo pudo detener, la tumba no lo atrapó.

¡El vive!¡Resucitó al tercer día! Y ahora quiere vivir en tu corazón.

Jesús esta tocando hoy a tu puerta, a tu corazón... esperando que le abras y le peritas entrar en El. El te ama ¡Dio su vida por ti! 
Ahora solo te pide que le ames y que le creas...
Esta navidad, no solo pienses en que te van a regalar o en lo rico que estará el pavo que te vas a comer.

Haz una pausa y voltea a ver como esta tu corazón. Cierra tus ojos y piensa en ese niño... pero no te quedes ahí; piensa en su sacrificio y en su triunfo. Y da gracias... porque Dios mismo vino a morir por ti, aun cuando tu ni siquiera le recordaste. 

Feliz Navidad y que Dios te bendiga

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